Uno de los impactos de la pandemia de la Covid-19 ha sido el aumento de las diferencias en los ingresos entre hombres y mujeres y de violencia intrafamiliar. El aumento de la vulnerabilidad laboral ha afectado directamente al empleo femenino, así como el cierre de escuelas y guarderías ha representado un aumento en la carga de cuidados que llevan las mujeres.
En Brasil, este escenario motivó el nacimiento del proyecto Mulher Empreendedora, una alianza entre el Ayuntamiento de Niterói, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Aliança Empreendedora. El proyecto fue financiado bajo una iniciativa de la División de Desarrollo Urbano y Vivienda del BID para promover el bienestar de las mujeres en ciudades de América Latina y el Caribe. También forma parte de los objetivos de combatir las desigualdades de género en las ciudades y de promover la productividad urbana a través de la igualdad de género.

El proyecto promueve la inclusión de género, considerando la dificultad de acceso al mercado laboral, la generación de ingresos para las mujeres, y la reducción en los altos índices de violencia intrafamiliar. “Queremos que este trabajo se desarrolle a gran escala después de la pandemia para que las mujeres tengan mayor independencia económica, autoestima y actúen en red solidaria”, explica la secretaria de Planificación de Niterói, Ellen Benedetti.
Para la implementación del proyecto, el Ayuntamiento de Niterói movilizó a la unidad de gestión del Programa de Desarrollo Urbano e Inclusión Social de Niterói (PRODUIS). Este programa urbano-social, ejecutado en colaboración entre el Ayuntamiento y el BID desde 2014, financia proyectos de urbanización y de inclusión social para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las comunidades Capim Melado, Vila Ipiranga, Igrejinha do Caramujo y São José. Las intervenciones incluyen la construcción de infraestructura básica, la promoción de servicios sociales y educativos en temas de salud y medioambiente, la regularización de tenencia de la tierra y, -de ser necesario, el reasentamiento de familias.
El Ayuntamiento también movilizó a CODIM – Coordinadora de Políticas e Derechos para las Mujeres, cuyo objetivo es formular, desarrollar y evaluar programas y proyectos orientados a la promoción y defensa de los derechos de las mujeres. CODIM está vinculado al Centro Especializado de Atención a la Mujer (CEAM), el servicio que recibe, atiende y da apoyo interdisciplinario a mujeres en situaciones de violencia, especialmente doméstica.
La Aliança Empreendedora generó un plan de capacitación en línea para mujeres emprendedoras en barrios vulnerables de Niterói, ya sean principiantes o estén al frente de un negocio. Junto con el Ayuntamiento y el BID, apoyaron empresas, organizaciones sociales y gobiernos para desarrollar modelos de negocio inclusivos y proyectos de apoyo a microempresarias en comunidades y periferias, ampliando así el acceso al conocimiento, las redes, los mercados y el crédito para que las mujeres emprendedoras puedan desarrollar o iniciar sus emprendimientos en todo Brasil.

Mujeres “jefas de hogar”
El número de mujeres que son responsables únicas del hogar ha ido aumentando, de 14 millones en 2001 a 28,9 millones en 2015, según la encuesta de la Escuela Nacional de Seguros, Mujeres Jefas de Hogar no Brasil: avances e desafíos. Por tanto, el emprendimiento parece ser clave para que asuman sus propias historias, ya sea porque no cuentan con la ayuda de una pareja o para que puedan garantizar la autonomía y superar situaciones de violencia. El GEM (Global Entrepreneurship Monitor), la principal encuesta sobre emprendimiento en el mundo, mostró en su última edición (2019) que 25,8 millones de mujeres están a cargo de los negocios en Brasil, lo que representa el 47,3% del total de negocios iniciados o establecido en el país.
Capacitación y empoderamiento
Apoyar a las mujeres a comenzar un negocio propio es mucho más que enseñar a cómo plasmar ideas en papel o aprender a hacer hojas de cálculo. Esta área de formación se centra en temas relacionados con la gestión, el empoderamiento y el autoconocimiento de las mujeres. Para las principiantes, esto es una nueva motivación para animarse a comenzar su emprendimiento; para las mujeres ya activas, es apoyo a la formalización, aumento de ventas y formación de redes.
Cíntia Reis, de 47 años, reside en el barrio de Engenhoca en Niterói, y participó en el programa. Luego de participar en el proyecto Mujer Emprendedora, ella cambió su forma de verse a sí misma. Confiesa que su mayor aprendizaje fue confiar en sí misma y recuperar el valor para soñar. “Perdí el miedo y me imagino expandiéndome, suministrando mi producto a varios lugares. Sé que puedo tener una vida mejor para mí y para mis hijos”, dice. “Emprendedora y futura emprendedora, ¡con orgullo!”

Superados los desafíos de la capacitación en línea, es importante resaltar que un aspecto que contribuyó al éxito del programa fue que el contenido y el formato de la capacitación fueron gratuitos y se adaptaron a la rutina diaria de las participantes. El proyecto no podía ser una carga más para las mujeres, muchas de ellas madres, jefas de hogar. Por tanto, toda la comunicación se realizó a través de WhatsApp y YouTube, herramientas de fácil acceso, activadas a través de los celulares de cada una. Se cargaron créditos de telefonía celular a las participantes, para asegurar que nadie se quedara fuera por razones de exclusión digital.
La historia de Cíntia y de las otras 184 mujeres que participaron en las tres clases del curso hacen que la coordinadora del proyecto de Aliança Empreendedora, Regina Pfiffner, crea en el éxito del curso Mujer Emprendedora. Ella cuenta lo impresionante que fue la forma de movilizar a las participantes y de construir redes de alianzas para apoyarse mutuamente. “Nos dimos cuenta en la interacción cuánto contribuyó la formación a la mejora de vida y al despertar de una mirada emprendedora”.
Saludos desde Ecuador, Distrito Metropolitano de Quito, He leído su página de Desarrollo Urbano. En la que realizan un análisis de la situación compleja de mujeres jefas de hogar, la situación económica en la que vivimos mujeres y nuestras familias. En la que la pandemia del COVID 19, profundizó con más fuerza las desigualdades socioeconómicas de la población en especial de la mujeres. Como es interesante la propuesta de unir esfuerzos en la red la de mujeres con objetivos comunes desde reconocernos como “equilibrar la situación familiar” frente a la inequidad en la que viven hoy nuestros pueblos latinoamericanos. Por lo que nos gustaría ser parte de esta red de mujeres buscando punto de partida…ser parte de reflexionar y crear condiciones favorables ante la problemática de mujeres y la situación económica familiar.