Muchos dicen que una ciudad sostenible no debería estar llena de motos. Otros, más radicales, sugieren prohibirlas del todo. Pero, antes de tomar cualquier decisión, es necesario entender que el fenómeno tiene dos caras y reflexionar sobre cómo el uso de la moto acerca o aleja a las ciudades de cumplir uno de los objetivos que debe perseguir cualquier política de movilidad: facilitar el acceso de las personas a las oportunidades (trabajo, estudio, salud, etc.) minimizando las externalidades que producen los sistemas de transporte a la sociedad (congestión, contaminación, fatalidades, etc.)
Los números y proyecciones en perspectiva, y las causas del fenómeno
La cantidad de motocicletas en algunos países de la región ha aumentado a una tasa más rápida que la de los autos. Por ejemplo, en Colombia el número de motocicletas vendidas en el año 2013 (alrededor de 600 mil) fue el doble que el número de autos vendidos y diez veces más que el número de motocicletas vendidas en el año 2000. En República Dominicana y Colombia ya hay más motocicletas que automóviles y su presencia se hace sentir. En la misma Bogotá donde tan solo el 2% de los viajes se hacen moto ya se observan sus efectos en el tráfico, y ni hablar de ciudades intermedias como Sincelejo (Colombia).
Izquierda: Motos en Bogotá. Derecha: Motos en Sincelejo
Al poner los números en perspectiva el panorama no es prometedor, dado el mucho espacio que aún hay para el crecimiento de la flota de motocicletas. En Colombia y República Dominicana hay tan solo 100 y 126 motos por cada mil habitantes y las motos constituyen solamente el 60% y el 58% del parque automotor respectivamente[i], mientras que en países con una presencia histórica significativa de las motocicletas como Vietnam y China las mismas constituyen el 95% y el 83% del parque respectivamente[ii].
En mi opinión, el aumento en el uso de las motocicletas no es el problema sino un síntoma de que algo no anda bien. Este aumento se explica en parte debido a la reducción histórica del precio de las mismas y a deficiencias del transporte público. Esto es otro ejemplo de cómo las políticas y acciones de los gobiernos pueden borrar con el codo lo que hacen con la mano. Por un lado países como Colombia, Brasil, Venezuela y Ecuador invierten grandes recursos en estudios y construcción de sistemas tipo metro o BRT en sus ciudades. Pero por otro lado, en Colombia y Brasil están las principales ensambladoras en la región, Ecuador y Venezuela subsidian los combustibles, y varias ciudades en estos países permiten el uso de las aceras como estacionamiento sin ningún costo.
¿Qué tan válidos son los argumentos en contra?
Los argumentos en contra de las motocicletas giran en torno a que éstas producen congestión y desorden, contaminan, le quitan pasajeros al transporte público, y originan fatalidades viales. Pero, ¿y los autos no hacen exactamente lo mismo?
- Respecto a la congestión y desorden, es cierto que las motos lo causan, pero los autos lo hacen a mayor escala. Esto se debe a que los niveles de ocupación de los autos en las ciudades están muy por debajo de 2 pasajeros por auto y a que el espacio que ocupan es mayor al que ocupan las motos.
- Respecto a la contaminación y emisiones, las motocicletas de dos tiempos tienen un elevado número de emisiones, pero las de cuatro tiempos equiparan sus emisiones a las de los autos. Además, ya existen muchas alternativas de motos eléctricas que, dependiendo la fuente, pueden producir cero emisiones.
- Respecto a que las motocicletas le están quitando pasajeros al transporte público hago la pregunta: ¿y el automóvil particular a quién le está quitando pasajeros?
- Respecto a las fatalidades viales hay que reconocer que es un problema mayor y este sí puede ser un argumento sólido contra las motocicletas. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud entre los años 1999 y 2010 el número de fatalidades asociadas con la motocicleta aumentó 227% y en ciudades de países como Venezuela ya se habla de un problema de salud pública. Sin embargo, es clave puntualizar que un elevado porcentaje de motocicletas respecto al total de la flota automotor no necesariamente está asociado a altas tasas de mortalidad vial, como es presentado en la siguiente tabla.
Fuente: Organización Mundial de la Salud. 2013. Global Status Report on Road Safety
Parte de la respuesta a los retos asociados con la seguridad vial y las motocicletas está en la buena regulación que debe hacerse cumplir. La evidencia muestra que políticas como el uso obligatorio de cascos y chalecos anti reflectivos, la prohibición de llevar más de dos personas por motocicleta, y el endurecimiento de los requisitos para otorgar de licencias de conducción de motocicleta hacen la diferencia.
¿Qué hacer entonces?
Considero que el modelo de algunas ciudades Chinas de prohibir el uso de las motos es extremo y contradictorio, si el trato a los autos no es similar. Tampoco estoy seguro de que se deba tener una política generalizada de construcción de corredores exclusivos para la moto, como en algunos lugares en Malasia o Filipinas.
Prohibición de las motos versus carril exclusivo para motos (Filipinas).
La moto es “el auto de los pobres” y en algunos casos el único medio de transporte para estas personas. Por ejemplo, en las periferias de las ciudades donde no llega el transporte público. Por ende prohibir las motos puede ir en contra de facilitar a las personas alcanzar oportunidades que es el objetivo primario de cualquier política de movilidad.
La respuesta al fenómeno puede ir por:
1.Entender mejor el fenómeno ciudad por ciudad. Es clave conocer los patrones y necesidades insatisfechas de viajes de las personas, la disponibilidad y conveniencia del transporte público, etc. Acciones como los Planes de Movilidad generan los insumos para informar el debate.
2. Mejorar el transporte público y asegurarse de que sea conveniente, especialmente para la población vulnerable, revisando en detalle temas de accesibilidad y de conveniencia.
3. Revisar el conjunto de políticas en cuanto a movilidad y transporte para evitar las contradicciones mencionadas en este texto.
En resumen, hay que estar abiertos a explorar soluciones creativas. ¿Por qué no pensar en soluciones tipo “park and ride” para las motos en las estaciones o terminales del transporte masivo cerca de las favelas o áreas de bajos recursos? Los invito a compartir sus ideas sobre cómo podemos abordar este tema en nuestras ciudades.
Ana Luisa Flechas Camacho dice
Excelente artículo. Si el estado no satisface las necesidades de viaje de su población, garantizando calidad y cobertura espacial y temporal en el servicio de transporte público, otros medios emergentes de transporte lo seguirán haciendo. En Colombia ya se avanza en legalizar el bici taxismo, y el moto taxismo va tras lo mismo.
ALVARO MENESES dice
el prolema de saturacion que estan generando las motos en la mavilidad de nuestro pais , es un efecto segundario de la mala politica de estado en la que el pransporte publico es mui deficiente y si calidad
Felipe dice
Muy buen análisis preliminar del problema. Discrepo en un punto: las motos SI generan más desorden y problemas de movilidad que los autos. Básicamente esto ocurre pr la conjunción de factores como la cultura o nivel de civilización de las personas que las conducen, o su nivel de conocimiento de las normas; y su tamaño (el de las motos) que les permite pasar por sitios indebidos o peligrosos (andenes, entre dos autos en movimiento, adelantar entre el auto y la acera, etc.). Claro que en los autos hay bestias al volante también, pero es mucho menos posible realizar maniobras imprudentes como las de las motos. Particularmente ya he tenido dos episodios con motocicletas que quieren rebasarme por el pequeño espacio que hay entre mi auto y la acera (casos en los que voy conduciendo por el carril aledaño a la acera).
Considero que las ciudades si deben:
– Hacer eficientes sus sistemas de transporte público
– Desestimular el uso de las motos, vía impuestos, restricciones, etc.
– Imponer sanciones ejemplares por el incumplimiento de las normas a todo tipo de vehículo y hacer efectivas dichas sanciones
Juan Pablo Tangarife dice
En paises como el nuestro(Colombia) las motos tienen el estigma de ser generadores de caos y fatalidades. pero el crecimiento en el uso de este medio de transporte se debe a las malas políticas y malas medidas de movilidad implementadas por nuestros gobiernos, por ejemplo la unificación del transporte público en sistemas de trasporte masivo, la adecuación de las estrechas calles para albergar estos atiborrados buses gigantes que sin duda alguna han resultado ser ineficientes a la hora de mejorar la movilidad y el congestionamiento en las ciudades.
mas bien pareciera que estos sistemas fueran un mecanismo atrapa tontos donde unos pocos hacen su agosto y el resto de la población que sufra las consecuencias, el caso de el sistema masivo “mio” en la ciudad de Cali es un ejemplo de esto, en este caso los operadores y socios de este sistema aducen tener pérdidas diarias en funcionamiento e incluso operar muy por debajo del punto de equilibrio financiero; ¿es entonces el aumento de las motos en las vías una respuesta de esto? me atrevería a decir que sí, y no es un tema solo de escasos recursos, la moto es una respuesta a también a otras medidas como el pico y placa, o también una respuesta de la población a las malas rutas, a la ineficiencia del transporte público, y por que no, también al buen precio del mercado que significativamente ha permitido el acceso a ellas de manera más fácil en familias menos favorecidas. la moto no es un problema, es una respuesta a la mala planeación, si es que que en Colombia se planea cuando se desarrollan proyectos públicos y de infraestructura.
Manuel Santana dice
De acuerdo con todos los puntos. La motocicleta es una consecuencia de los problemas de movilidad y planeación urbana de muchas ciudades. Fuera del mayor acceso (físico y costo) que genera la motocicleta frente al transporte público, la motocicleta es considerada como fuente de trabajo para algunas personas de ingreso bajo y medio-bajo. Esto adiciona otro componente al análisis.
celia herrera dice
Buen articulo yo agregaría la importancia de la fiscalización y el control del tránsito para evitar la anarquía y la impunidad. El tema en Venezuela tiene además deficiencias por falta de información. Se suman las dificultades económicas que hacen de la moto un modelo atractivo para trabajar ante los escasos puestos de trabajo.
En fin… queda mucho por hacer
jose dice
Lo invito a revisar lo que DNP y la UNAL planteó en el plan de movilidad de San Andres Islas.
Una excelente alternativa para el fenomeno de la motocicleta.
Monkey dice
Me gusto mucho este blog! De hecho soy fan de las motos (tengo un blog de ellas monkeybikes.es) y considero que aquellas que andan sin ley son un peligro. Luego por esos motivos la sociedad no las apoya. Estoy de acuerdo con que se utilicen en pista o en carriles específicos para ellas.
andres porras dice
Muy de aucerdo, aunque falto un detalle, y fue la contaminación sonora, tener motos constantemente pasando por donde tu vives es estresante y malo para tus oidos. Afortunadamente la moto eléctrica no tiene ese mismo problema, pero mientras se pone de moda la realidad es que tener motos circulando por la ciudad es algo muy molesto.Yo no llegaría al extremo de prohibirlas, pero entiendo que sean vistos como un problema.