La experiencia del complejo de Beira Rio
Por Renata Seabra, Arquitecta y Urbanista, Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles, Brasil
Português | Español
Más del 90% de los barrios en Joao Pessoa tiene asentamientos informales. Esto corresponde a cerca de 91.000 personas (de 723.515 habitantes) que viven sin tratamiento de aguas residuales adecuado, calles pavimentadas, alumbrado público. Asimismo, no cuentan con suficientes espacios para el ocio, guarderías y escuelas, entre otras instalaciones públicas. No es sorprendente entonces que la desigualdad urbana ha sido identificada como un área de acción priorizada para esta ciudad, una de cinco que forman parte de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles en Brasil, en el marco del convenio con Caixa, el banco público de desarrollo urbano líder en el país.
Cabe destacar que la informalidad es muy costosa para el erario público. Los asentamientos precarios contribuyen sustancialmente a la informalidad, lo que resulta en una baja recaudación de impuestos, altos costos para implementar medidas de mitigación de desastres en zonas de riesgo, contaminación de los cuerpos de agua y gastos elevados en salud para la población debido a las condiciones insalubres. La limitada capacidad de planificación urbana hace que sea difícil y costosa la implementación de la recolección y el tratamiento de aguas residuales, entre otras infraestructuras.
¿Qué se puede hacer para reducir la informalidad?
Para enfrentar esta problemática, el BID y la municipalidad de João Pessoa están tomando acción en colaboración con un importante socio internacional, la Corporación Coreana de Suelo y Vivienda (LH).
El municipio ha elegido dos zonas prioritarias para llevar a cabo intervenciones integradas que tienen como meta mejorar la situación de informalidad en la ciudad: el complejo de Linha Ferrea (que se presentará en otro post que saldrá pronto) y el Complejo Beira Rio.
El Complejo Beira Rio se compone de ocho comunidades en las que viven 3.600 familias (14.400 personas). Las comunidades se construyeron a lo largo de las orillas del río Jaguaribe, cerca del Jardín Botánico, esta zona es popularmente conocida como Mata do Buraquinho, una de las reservas urbanas más grandes de la Mata Atlántica en Brasil, y que se ubica en la zona de protección medioambiental más importante de la ciudad. Algunas comunidades se han asentado en la región desde hace más de 40 años, como en el caso de Brasilia de Palha, Santa Clara y San Rafael (éste último con más de 64 años de existencia).
El complejo está situado en una zona privilegiada de la ciudad de João Pessoa. En la actualidad, las comunidades están dispersas y rodeadas de barrios de clase media las cuales cuentan con buen acceso a infraestructura básica. No existe ningún tipo de nexo entre dichas comunidades, lo que hace que la zona se caracterice por tener espacios urbanos desconectados que no hacen el mejor uso de la infraestructura urbana instalada.
Nueva integración, mejoras en calidad de vida
A través de la alianza con LH se está desarrollando un plan maestro para la recalificación de esta zona. El plan urbano comprenderá el establecimiento de conexiones entre las comunidades y su entorno, además de la provisión de áreas para el reasentamiento de la población que se ubica actualmente en zonas de riesgo. Por otro lado, se pretende también aumentará el número del aumento de zonas recreativas y el acceso a la red de transporte urbano.
La ejecución del proyecto proveerá de una oportunidad para vincular a estas comunidades históricamente marginadas con la ciudad formal. Esto permitirá la regularización de la tierra y la creación de empleos, lo que generará a su vez ambientes más seguros y más integrados. Se espera que la valorización del área también sirva para estimular la inversión privada y aliviar la presión en el gasto público. Además, dada su privilegiada ubicación, la ocupación de la zona por los diferentes grupos sociales es también probable que ocurra, lo cual traerá más vida a la zona.
Según Mauricio Moura, un economista de la Universidad de Chicago, en un estudio realizado en la ciudad de Osasco, Brasil, la regularización de tierras ha llevado a un aumento en las horas laborales, los ingresos y la disminución del trabajo infantil. Ello se debe a que la inseguridad jurídica sobre el estado de la propiedad tiene implicaciones directas en el tiempo que las familias pueden dedicar a otras actividades.
Con este proyecto, se espera que la dignidad de estos ciudadanos sea recuperada y su sentido de pertenencia a la ciudad incremente. El proyecto puede ser una buena oportunidad para que la ciudad de João Pessoa tenga la experiencia de proyectos integrados inspirados en la experiencia de Corea, un país que logró abordar desafíos urbanos similares y transformarse en uno de los lugares más atractivos del mundo para vivir.
televisores dice
Es muy recurrente este problema en la mayoría de las ciudades de Latinoamerica, poca inclusión, bajas oportunidades, ingresos bajos, males que juntos llevan a la violencia, consumo y trafico de estupefacientes, revertir esto es el mayor logro que pueda tener un gobierno. Es loable la forma como se presenta y se lleva a cabo la ejecución de este proyecto, lo grandioso seria implementarlo en todas estas ciudades latinoamericanas que buscan esa esperanza de ser ciudadanos integrales, dentro del desarrollo de ciudad.