Las intervenciones físicas en las ciudades tienen un gran impacto en otros aspectos de la vida de las personas. Actualmente, la pandemia nos ha hecho reflexionar sobre cómo el diseño de los espacios urbanos está relacionado con la salud pública, pero desde hace tiempo, el impacto de los proyectos urbanos, en especial los de vivienda, ha sido estudiado para mejorar intervenciones en materias sociales y económicas.
¿Qué impacto puede tener los proyectos de mejoramiento de barrios en el índice de violencia?
Por ejemplo, la publicación Barrios Mejorados y Seguros, a partir de un breve recuento histórico sobre las causas de la violencia, pone en contexto la relación e impacto de las intervenciones urbanas en barrios marginales en el desarrollo social, económico y político.
En la monografía se encuentra un manual para el monitoreo de estrategias de mejoramiento de barrios diseñado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el cual se muestra el concepto de inseguridad como el resultado de tres situaciones: deterioro físico, comportamiento antisocial y debilidad institucional. Cada uno de esos aspectos se refleja en una serie de indicadores que muestran su magnitud, y mediante los cuales, es posible determinar el grado de seguridad en un territorio. Estos indicadores son clasificados por el BID en tres grupos: factores físicos, sociales e institucionales.
Factores Físicos | Factores Sociales | Factores Institucionales |
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Los factores físicos de la inseguridad se refieren al entorno físico de un barrio que presenta señales de deterioro de los espacios públicos, la ausencia de vigilantes y autoridad pública. Esta situación agrava la probabilidad de ser víctima o victimario de hechos delictivos. | Los factores sociales de la inseguridad se refieren a la violencia individual e interpersonal. Todo esto refuerza la vulnerabilidad de las personas generando un círculo vicioso de violencia que se da tanto en el espacio privado como en el espacio público. Esto incluye desde la violencia intrafamiliar hasta la violencia económica, y se manifiesta cuando hay ausencia de valores comunes y falta de solidaridad colectiva. | Los factores institucionales de la violencia y de la inseguridad hacen referencia a las reglas formales e informales de convivencia en el barrio. Estas reglas de convivencia normalizan la violencia y la presencia de redes ilegales y violentas. Lo anterior sucede ante la ausencia de las autoridades al momento de implementar acciones integrales para mejorar el barrio y su nivel de seguridad. |
El estudio fue realizado en varios Programas de Mejoramiento Integral de Barrios (PMIB) implementados por el BID en ciudades de Latinoamérica y el Caribe. Estos programas incluyeron estrategias para mejorar la calidad de vida de los habitantes de estos barrios, incluyendo una mejora en las condiciones de violencia e inseguridad.
Los casos de estudio arrojaron conclusiones útiles para entender mejor cómo intervenciones físicas, sociales e institucionales en barrios deteriorados e inseguros pueden influir en los niveles de seguridad de sus habitantes.
Multi-causalidad de la violencia y acciones integrales
El diseño de un enfoque integral es necesario para implementar estrategias capaces de reducir los niveles de violencia y para disminuir la criminalidad en barrios informales. Este enfoque incluye el apoyo al desarrollo social de sus habitantes, actividades de prevención social y de violencia intrafamiliar en los barrios, el fortalecimiento de la institución policial, y las mejoras al entorno físico y a la infraestructura de los barrios.
Entre 2014 y 2017, las investigaciones realizadas en una serie de barrios aislados y vulnerables en seis países (Bolivia, Honduras, Colombia, México, Uruguay y Argentina, este último con enfoque en violencia de género) consistieron en generar estudios cualitativos, y en algunos casos cuantitativos, sobre intervenciones recientes de PMIB en barrios marcados por problemáticas de violencia e inseguridad. El objetivo fue entender los mecanismos de impacto de las intervenciones físicas, sociales e institucionales en los barrios intervenidos.
En la mayoría de los Programas de Mejoramiento de Barrios (PMB), la atención está puesta en una evaluación de impacto a partir de las variables asociadas a sus componentes claves. Sin embargo, estos programas no suelen tener como objetivo la reducción de los niveles de delincuencia o mejorar la percepción de seguridad. En el caso de los programas que se presentan en la publicación, aun cuando se cuenta con un componente de evaluación, la disponibilidad de información sobre variables de seguridad es escasa. Es en los resultados donde se contribuye a la mitigación de los factores físicos, sociales e institucionales de riesgo criminal.
El estudio recomienda que se usen las intervenciones físicas como factores que se establecen en el territorio de manera silenciosa y que de manera transversal generen cambios en otros aspectos (sociales e institucionales). Todo para poner sobre la mesa problemas y soluciones comunes, con el fin de generar un mejor control social y una mayor cohesión entre los miembros de las comunidades vulnerables. Esto implica involucrar a los habitantes en las etapas de diagnóstico, de definición de las estrategias a implementar durante la ejecución y su evaluación. El estudio también recomienda que, para que las intervenciones físicas tengan éxito y funcionen, es fundamental la participación de las autoridades locales, alianzas estratégicas y los gobiernos.
Imagen Portada: Downes, Stephen. 2012. Flickr, CONSULTADA 2020. www.flickr.com
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