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Las PYME y el desafío de exportar

Las pequeñas y medianas empresas (PYME) son una parte fundamental de una economía dinámica y saludable. Su incremento y crecimiento aumentan la competencia y fortalecen el ecosistema emprendedor, impactando positiva y significativamente en la innovación y la productividad agregada. Las PYME constituyen alrededor del 90% de las empresas en un país típico de América Latina y el Caribe y emplean la mayor parte de la fuerza laboral (cerca del 70%). Y tienden a crear una gran porción de los nuevos empleos: a pesar de tener una elevada mortandad, el efecto neto tiende a ser positivo. Sin embargo, las PYME en la región presentan un bajo nivel de internalización, en comparación con sus pares de países desarrollados u otras economías emergentes, o incluso con respecto a empresas grandes en su mismo sector y país.

Las PYME y el desafío de exportar

Exportar: Relevancia y desafío

Existe abundante evidencia que demuestra que los países de América Latina y el Caribe se encuentran rezagados respecto a países desarrollados, debido a la brecha en productividad. Para las economías de la región es clave mejorar la productividad, y la expansión de las exportaciones puede ayudar. En primer lugar, el comercio internacional genera una reasignación de recursos de empresas y sectores menos productivos a aquellos más productivos. En segundo lugar, al exportar las empresas aprenden (learning-by-exporting) e innovan, lo que se traduce en ganancias de eficiencia significativas. Por último, el comercio internacional afecta los incentivos para la inversión en actividades que promueven la difusión tecnológica y genera efectos derrame de conocimiento internacional.

Sin embargo, las empresas enfrentan múltiples obstáculos cuando intentan entrar en mercados externos. Tienen que contactar clientes en el exterior, identificar oportunidades de negocio, aprender sobre canales de distribución y procedimientos administrativos, entre otros aspectos. Todas estas actividades generan un caudal de información que puede ser utilizado por otras empresas sin (o con menor) costo adicional. Este escenario genera un problema de free-riding (“parasitismo”) en la búsqueda de compradores externos, dado que el pionero revela información de mucho valor, que puede ser usada por otras empresas para imitar su comportamiento. En este contexto, donde los retornos privados de los pioneros son menores que los retornos sociales, los incentivos del mercado suelen llevar a un nivel sub-óptimo de inversión en la exploración de mercados internacionales. Es decir, la existencia de externalidades de información puede afectar negativamente el proceso de internalización de las empresas y provee una justificación clave para apoyar a las empresas a exportar.

Para las PYME es aún más difícil

Adicionalmente, las PYME en América Latina y el Caribe suelen enfrentar restricciones en diferentes áreas de negocio –debido a diversas fallas de mercado y de coordinación– que limitan su internalización. Estas áreas son principalmente: el acceso a crédito, la intensidad de la innovación, capacidades (capital humano) y forma organizacional.

Las PYME en la región tienen un acceso limitado al crédito, debido a problemas de asimetrías de información –las instituciones financieras usualmente no tienen la información necesaria para evaluar y monitorear sus proyectos lo cual puede causar problemas de moral hazard (“riesgo moral”)– pero también porque los productos financieros no son adecuados para sus necesidades, en particular, por problemas de escala relacionados con costos fijos del proceso crediticio y ausencia de financiamiento a largo plazo. Adicionalmente, las PYME por lo general no tienen (suficiente) colateral, cuando acceder al crédito para ellas depende mucho de esto y no tanto de retornos esperados como en las empresas grandes.

La naturaleza de bien público del conocimiento, las asimetrías de información y fallas de coordinación limitan particularmente la innovación y competitividad tanto local como internacionalmente de las PYME. Por otro lado, estas empresas tienden a carecer de capacidades –personal calificado y con experiencia–  para el proceso de exportación: identificar, seleccionar y obtener información sobre mercados externos, diseñar e implementar estrategias de marketing y desarrollar contratos allí. Tienen escaso conocimiento sobre productos exportables y sobre los factores subyacentes que determinan la competitividad internacional (por ej. empaquetamiento, normas de calidad, estándares, etc.). Las PYME también enfrentan otras barreras específicas a las actividades de exportación, como el lenguaje, papeleo, facturación y manejo de ventas.

Por último, las PYME típicamente se caracterizan por tener una gobernanza corporativa y estructuras de gestión y negocio débiles, considerando que en la mayoría de los casos se trata de empresas con jerarquías organizacionales personalizadas y tradicionales vinculadas a un único propietario o familia. Todos los factores mencionados sin duda limitan severamente el desarrollo exportador y la competitividad de estas empresas.

Un modelo para apoyar a las PYME a exportar en Argentina

En 2002, la Fundación Banco Credicoop, con el apoyo del Grupo BID, crearon el programa Diverpymex. El programa tiene por objetivo ayudar a las PYME no exportadoras a ingresar de manera exitosa a mercados de exportación y a las que ya exportan a incrementar sus exportaciones, ya sea mediante su consolidación y/o diversificación.

El programa consiste en tres etapas que tienen en cuenta las fases del proceso de desarrollo exportador:

  • Evaluar el potencial exportador de la empresa: Analizar sus habilidades y competencias para operar en mercados internacionales. Un coordinador del programa y un consultor visitan la empresa y recolectan información sobre la organización, operaciones, productos, y realizan reuniones con los gerentes para evaluar su espíritu emprendedor en términos de actividades de exportación y su potencial compromiso para incorporar un pasante (en ausencia de personal calificado) y de realizar las inversiones necesarias para desarrollar su perfil exportador.
  • Desarrollar un plan exportador: La empresa, con asistencia técnica de un consultor, investiga y selecciona potenciales mercados y clientes, y decide cuales productos son los mejores para estos. También establece objetivos, elabora un presupuesto, planea como las exportaciones van a ser gestionadas y analiza requerimientos financieros, logísticos y de personal, además de otros aspectos del proceso de exportación.
  • Implementar el plan: La empresa lleva a cabo las acciones planificadas en los mercados externos. En esta instancia, se realizan actividades de capacitación y asistencia técnica relacionadas a temas específicos, que surgen durante el proceso de penetración en los mercados, como envíos y seguros, estándares de calidad y medioambientales, diseño y empaquetamiento, canales de marketing, legislación impositiva, entre otros.

¿Cómo evaluamos su impacto y qué hemos aprendido?

En un estudio reciente realizado por BID Invest, evaluamos el impacto del programa de Diverpymex en el comportamiento exportador, crecimiento y productividad de las PYME. El estudio analiza la dinámica y la secuencia de los efectos, lo que permite inferir acerca de los mecanismos a través de los cuales el programa afecta el desempeño de las empresas. ¿Qué resultados principales encontramos?

  1. El programa tiene un impacto positivo y significativo en el comportamiento exportador, crecimiento y productividad de las PyMEs.
  2. El efecto positivo en la probabilidad de exportar y de ingresar a nuevos mercados es significativamente mayor en el corto plazo, lo que confirma la importancia de los elevados costos de entrada a mercados externos.
  3. El efecto positivo en el monto de las exportaciones, para empresas que ya exportaban, aparece en el mediano plazo, y está relacionado con la solución de barreras de información más específicas sobre mercados y productos que permite a estas empresas crecer y consolidarse en mercados de exportación.
  4. Por último, el programa incrementa la productividad de la empresa en el largo plazo, lo que indica que las PYME logran ganancias de eficiencia debido a un proceso de learning-by-exporting.

Apoyando a las PYME a exportar

Autores

Lucas Figal Garone

Lucas es Economista Senior del Departamento de Estrategia y Desarrollo de BID Invest, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Argentina.Tiene

Alessandro Maffioli

Alessandro Maffioli es Director General de Efectividad en el Desarrollo de BID Invest. Durante sus varios años de experiencia en el Grupo BID, Ales

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